Azul casi transparente, Ryu Murakami

Hola señores. Llevo una temporada inmersa en la vida turbia de la juventud descarriada japonesa. En mi imaginación, por supuesto. Por alguna razón que desconozco las historias de delincuencia japonesa siempre me han atraído, la de mi país me la suda totalmente, pero el hecho de que sean japos, pues no sé...me gusta. Todo empezó con un libro sobre tribus urbanas japonesas (que algún año de estos recuperaré y escanearé para que todos lo veáis) que hablaba sobre una moda en los 90 en el que las chicas hacían bandas de motoristas con motos tuneadas absurdamente, muy al estilo Kamikaze girls. Estas chicas eran malas malísimas y tal, pero un día llegó la mafia china y las jodió (literalmente). El caso es que así me empecé a interesar por el tema y ahora me ha vuelto a dar. Toda recomendación sobre ello es bienvenida, queridos amigos.
Un día me topé con "Azul casi transparente", de nuestro queridísimo Ryu Murakami.

Ojete.

 

Ya me había topado con este señor con "Sopa de Miso", libro responsable de mis múltiples nicks en la internets, también recomendable a tope. Pero como a mí lo que me interesa es la sordidez extrema, he decidido hablar sobre este otro. Y sordidez extrema, si, porque si eres un poquito sensible no te gustará.
En este libro Ryu, el protagonista y deduzco autor (osea, autobiográfico aunque esto no lo tengo muy claro) nos relata su vida. Tiene muchos amigos, todos muy sanos y virginales. Ryu organiza fiestas para los negros de la base militar de su ciudad, en las que lleva a sus amigas super jóvenes para entretenerles con sexo y en las que se meten todo lo metible. Hablo de drogas, bueno y otras cosas también se meten, penes en concreto.
El libro es una especie de Trainspotting porno con la diferencia de que aquí nadie quiere dejar las dorgas. Todos están locos, les da todo igual y todos son muy amigos de Ryu, que es como una especie de figura paternal, aunque tampoco se salva el muchacho.
Si lo lees habrá partes que te pondrán nervioso, con sexo super explícito y asco a más no poder. Bichos, comida podrida, drogas duras y piradas de pinza. Todo mezclado con una especie de misticismo guay y partes brutales como la del viaje de mescalina que se da el prota con su amiga Lilly.


Las nihilistas aventuras de sus protagonistas te mantendrán en un estado de asco del que mola constante. Este señor retrata una parte de la sociedad japonesa desconocida para nosotros, los frikis, perdón, los occidentales y a mí me parece de lo más ilustrativo. A demás es un libro muy corto y entretenido. Con "Sopa de Miso" hace un análisis más detallado de la parte oculta de la sociedad japonesa, pero es más novelilla de misterio psicológico, también turbia, pero menos, osea, que es más para todos los públicos, aunque gore. Basta.

En fin, sin más dilación, me despido no sin antes deciros que os den a todos por c