32 stories, Adrian Tomine

Hoy estaba dudando sobre qué cómic escribir. Cuando empecé este blog pensaba que nunca se me acabarían los cómics de los que hablar ya que me gustan muchos y muy variados, pero me he dado cuenta de que esto de hablar de mínimo 10 cómics al mes es difícil. El caso, estaba dudando y se me ha ocurrido hablar sobre la cajita feliz de Adrian Tomine. El problema era que a mi Adrian Tomine no me emociona demasiado. Me gusta y me despierta simpatía, pero hace ese tipo de novela gráfica realista que me parece demasiado simple. Y he de confesar que me compré esta cajita porque me parecía brutal el formato aun sabiendo que no me emocionaba. Y no me había leído ni uno de los cómics que lleva dentro, así de cutre soy.

La cajita del amor

Así que me lo he leído y la verdad es que aun que me sigue pareciendo simple me alegro de haberlo hecho. Empecemos por el principio. 32 stories es una caja que dentro lleva todos los números del fanzine "Optic Nerve" que Tomine publicó por su cuenta en los 90 y un suplemento (realmente no encuentro la palabra para llamar a eso) con unas cosas que escribió el sobre el fanzine y unas tiras no publicadas, vamos, esas cositas que nos encantan a todos. A demás me he encontrado con la sorpresa de que lleva también una pegatina. Me encantan los detalles.

Tomine asomándose, que majete.

Los fanzines felices.

Cuando digo simple puede que suene un poco mal, no sé cómo decirlo de otra manera, lo que quiero decir es que mis gustos son mas de cosas de ficción y bizarreces, como ya habéis podido comprobar. Y hay una serie de autores que hacen novelas gráficas que me parecen todos muy bien pero no me llaman la atención. Difícil esto de dar opiniones. El caso es que de todos esos autores por alguna razón Tomine es el que más me gusta.

Esto es del principio.

En Optic nerve se puede ver perfectamente la evolución de nuestro querido Adrian, pasa de expresividad y un dibujo visceral en los primeros números a una quietud y un realismo, con un dibujo mucho más cuidado y limpio de los últimos, que empiezan a recordarnos ya al Adrian Tomine de las novelas gráficas. Brutal frase. Son pequeñas historias, muchas de ellas autobiográficas (he dicho ya que me flipa lo autobiográfico?), de situaciones cualquiera de la vida de cualquiera. Interesante cuanto menos.

Esto del final, se nota la diferencia o no?

Así que pese a que lo que realmente me gusta de este cómic es el formato, lo recomiendo. Good stuff.