La oruga. Suehiro Catacroker-Maruo.

I´m back! Y vuelvo con un cómic que fue publicado hace solo un año! Increíble. Empezaba a tener un trauma con los cómics que comento en este, mi adorable y nada desagradable blog, porque siempre son publicaciones de hace mil tronki, pero ayer me agencié con este dulce cómic que fue publicado por Glenat en 2011.

Portada e ilustracion brutal.

Para empezar, Suehiro Maruo es Dios, probablemente algún día me haré un tatuaje de algún dibujo suyo ya no porque me encanten sus cómics, sino porque es un dibujante que alucinas vecina. Crea las imágenes más bellas y a la vez inquietantes del mundo mundial. Es totalmente detallista, hasta la plantita del fondo en una esquina de la imagen te la dibujará para que puedas hacerla una foto y colgarla en tu salón. Es una persona muy mítica y crea unos cómics surrealistas del super asco-se te va de las manos a más no poder, como por ejemplo, Lunatic Lovers, Dr. Inugami y Midori la niña de las camelias...ahí es poco.

Para seguir, el cómic. Me considero algo insensible y poco impresionable...pero me equivoco, a mí este cómic me ha trastornado. Me ha removido las tripas, me ha dado todo el ascazo y me ha incomodado muchísimo. Lo curioso es que he leido comics muchísimo más asquerosos que este, y pocos han conseguido este efecto. Pero cuidado! eso no es algo malo, para mí al menos. Además soy masoca, no es algo nuevo.

Primera página a color que nos gusta mucho. Gracias a Same Hat por la foto y por existir en general.

La historia la protagoniza Tokiko, esta mujer con kimono tiene un marido que volvió de la guerra hecho un cristo, sin brazos, piernas, sordo y mudo. Un cuadro, si. Ella tiene que cuidarlo y se le va un poco de las manos, no para de folgar (y cuando digo que no para es en serio, durante todo el cómic y de una manera muy gráfica y agradable) con él y un día al pobre hombre no se le levanta. La consecuencia es obvia. Pero no la voy a decir porque soy así de guay. No, es para que os lo leáis hombre!
El caso es que todo esto es contado de una manera muy poética-bizarra, que tanto caracteriza a este hombre. Si a eso le añades que el creador de la historia en sí es el escritor Ranpo Edogawa, ya tienes la maravilla montada.

Tokiko on fire entre el sex y las orugas.

Por último puntualizar: he catalogado esto como terror aunque este término empieza a crearme dudas para el género que frecuento, a destacar el nombre de la imagen del link de la niña de las camelias "ass" y nada más. Que os den por cu.